De la Ciudad al Mundo. Los Primeros Pasos de Finna Cycles
En 2013, nació Finna Cycles a partir de una idea simple pero profunda: hacer del ciclismo una parte de la vida cotidiana. En un momento en que el desplazamiento urbano estaba ganando terreno, vimos una oportunidad para crear bicicletas que fueran más que prácticas: eran elegantes, fiables y, lo más importante, un reflejo del estilo de vida del ciclista.
Nuestras primeras creaciones fueron bicicletas urbanas, diseñadas con una estética minimalista y una funcionalidad robusta. Modelos icónicos como el Finna Velodrome, Journey y Breeze fueron inspirados por el arte y la arquitectura de Barcelona, nuestra ciudad natal. Estas bicicletas capturaron la esencia de la vibrante cultura barcelonesa, combinando elegancia con innovación para crear diseños que destacaban tanto por su rendimiento como por su belleza.
Desde el principio, queríamos celebrar la libertad y la alegría que conlleva montar en bicicleta, no solo como un medio de transporte, sino como una declaración de independencia y aventura.
La respuesta fue abrumadora. A los ciclistas les encantó la fusión perfecta de forma y función, y Finna Cycles ganó rápidamente reconocimiento entre los ciclistas urbanos. Nuestro enfoque en la calidad y el diseño resonó entre aquellos que veían sus bicicletas no solo como herramientas, sino como compañeras en su vida diaria. Esta sólida base pronto se convertiría en el trampolín para la evolución de la marca hacia nuevos terrenos del ciclismo.
El viaje de Finna Cycles acababa de comenzar. Lo que comenzó como un compromiso con el ciclismo urbano pronto se expandió cuando miramos hacia la carretera abierta y el espíritu aventurero del gravel biking.
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